Yo no elegí enamorarme de ti, pero sucedió. Yo no elegí las noches en vela esperando un mensaje tuyo. No elegí estremecerme hasta el último segundo del tiempo para escuchar tu risa. No elegí adorar tu mirada. no elegí los besos, los abrazos, las caricias, las ilusiones.. Yo no elegí esta sensación de poder volar, pero sucedió, y ahora soy incapaz de imaginarme mi vida sin ello.